El León y el Pájaro Carpintero

Un día muy caluroso, en la selva, un león buscaba una sombra donde descansar; después de un rato de búsqueda encontró un sitio tranquilo y fresco. Cuando se acercó vio que había un pájaro carpintero, y le dijo:
- ¡Sal de ahí, que ese es el sitio del Rey!
- Aunque seas más fuerte y poderoso, no tienes que mandar en mí. - Dijo entonces el pájaro mientras se daba la vuelta para contemplar quién era el que le hablaba
-No solo soy más fuerte y poderoso, sino que también soy más guapo, robusto, feroz, ...
Entre discusión y discusión, llega el hijo del felino y le dice:
-Papá, juegas conmigo?
- Ahora no puedo, cariño. - Le contestó su padre.
El bebé león empezó entonces a jugar, y de repente, sin darse cuenta, se metió por un tronco hueco. Cuando quería salir se dio cuenta de que ... ¡se había quedado atrapado! Ante los gritos de la cría, su padre, le intento ayudar pero no fue capaz de sacarlo.
Llegó el pájaro carpintero que rápidamente le hizo unos pequeños agujeros para que respirase, después hizo uno muy grande y el bebé león pudo salir. A final el león le dio las gracias al pájaro carpintero.

Moraleja: no menosprecies nunca a los demás, porque siempre te pueden ayudar.

Un feliz regalo

Era por la mañana el 16 de Noviembre.Ese día era el día que Victoria cumplía los ocho años.Victoria se levanto muy temprano, estaba muy emocionada. Fue a la cocina y: puso la mesa, preparó el desayuno…Fue a cama de sus padres y les dijo…-¡Papá, mamá el desayuno está puesto! Cuando llegaron dijeron a coro…-¡¿Pero hoy no debería de ser tu día!?-Si mamá, si papá. Pero en mi antiguo cumpleaños os esforzasteis mucho para que me lo pasara muy bien.Este año será al revés...- No,  gracias pero hoy será tu día-. Dijeron los dos. ¿Quieres que llamemos a tus amigos?- Vale. - Dijo Victoria. Primero a desayunar este riquísimo desayuno que hiciste. Después de desayunar, Victoria pasó un  día inolvidable.
      

El pastel traicionero

Era la noche de navidad, una noche muy importante para la familia Jhonsong. Ese día era el día que su familia se reunía para cenar... Habían preparado: de 1º Caldo, de 2º Marisco y por último habían preparado un riquísimo pastel de fruta y chocolate. Los niñ@s de la familia fueron los primeros en morder el pastel ¡y cuando lo hicieron... ! cayó un rayo ¡bummm! lo volvieron a morder y otra vez cayó un rayo. Y así sucesivamente. La madre preocupada miró la receta que estaba manchada, la limpió y … ponía que era El pastel de la mala suerte.
La madre cogió el pastel y lo tiró. ¿pero? ¿¡Donde estaba el niño más bromista de la familia!? De repente apareció y dijo
-¿que paso con el pastel?
La madre se sorprendió y dijo:
- ¿ Y como sabes tú lo del pastel, si no estabas?
- Porque os tendí una trampa. ¡Huy!!! He sido yo todo este tiempo. Corté la luz y encendí y apagué la linterna, también escribí yo esa receta. Todos dijeron a coro:
- ¡¡¡¡Martin!!!
Y así es como acaba la historia de la familia Jhonsong.